miércoles, 18 de marzo de 2015

... Una pequeña escapada en Alaska


Ok, luego de hablar con un buen amigo y recordar viejos momentos, se me ocurrió narrar este corto pero entretenido viaje en las montañas de Alaska.


... Y de nuevo la historia comienza como muchas otras. Acababa de terminar una expedición para Nols en la zona de Valdez, y ya al día siguiente me encontraba planeando un viaje personal con mi amigo Ben a la zona de Scandinavian peaks. 

     
    A diferencia de Patagonia, Alaska cuenta con medios de acceso a las montañas bastante mas simples, rutas que te dejan a los pies de los glaciares o simplemente aviones que te llevan a la base de las montañas que quieres escalar. Y así es como comienza todo, llamadas para agendar un avión, organizar el equipo necesario, raciones de comida e información de los cerros. Un día y medio y ya todo estaba preparado para nuestra salida. Unas horas de conducción hasta llegar al hangar  de nuestro amigo Mike Meekin's donde tomaríamos nuestro avión y los últimos preparativos, cargar las cosas y a volar se dicho.
          Esta es la parte donde el sueño se hace realidad, que mejor que poder observar las montañas desde lo alto y pensar en nuevos desafíos. El tiempo paso rápido y sin darme cuenta  ya aterrizábamos en una pequeña plataforma de tierra al lado del glaciar Matanuska. Este seria nuestro campo base por algunos días, y cuando digo campo base me refiero a un refugio perteneciente al Mountaineering Club of Alaska. Bajamos del avión,  y nos despedimos de Mike que rápidamente se aleja volando valle abajo. La alegría  nos inunda, el paisaje es mágico y gigante, y  las montañas increíbles, tan solo una pequeña caminata nos separa de lo que sera nuestra casa por algunos días y no podemos dejar de soñar con las aventuras que nos esperan.

                           
       ... Continuara






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